Agentes de la Comisaría Integral del Distrito de Usera de la Policía Municipal de Madrid descubrieron hace unos días, gracias a la colaboración vecinal, un almacén clandestino que contenía numerosas botellas de gases fluorados prohibidos, “evitando así un riesgo para las personas y para el medio ambiente”.
La intervención policial se llevó a cabo el 5 de agosto por la mañana. Durante semanas, los agentes habían recibido quejas vecinales por ruidos que provenían de un local durante la madrugada, donde presuntamente se descargaba material. Tras varios intentos de descubrir la procedencia del ruido, los agentes decidieron realizar una operación más intensa y descubrieron el cierre de un local levantado y a una persona dentro realizando trabajos.
El individuo intentó esconderse al ver a los policías, sin éxito. Al entrar al establecimiento, los agentes encontraron un almacén clandestino con bombonas de gases fluorados, que podrían haber llegado a España de forma irregular, sin cumplir las normas de la Unión Europea. Además, se constató que la persona no tenía la formación necesaria para manipular estos gases, lo que representaba un riesgo adicional para las personas y el medio ambiente.
Las investigaciones revelaron que la operación estaba relacionada con una empresa dedicada al despiece de maquinaria y labores de carga y descarga de gases sin la autorización pertinente. Ninguno de sus trabajadores tenía la titulación necesaria para manejar este tipo de materiales.
Los agentes han presentado las denuncias correspondientes mientras se investiga el origen de las botellas, para determinar si fueron introducidas de forma ilegal en el territorio nacional. De momento, se han abierto diligencias y la investigación sigue en curso.
Cabe destacar que los gases fluorados o hidrocarburos halogenados comenzaron a usarse a principios de los años 90 como sustitutos de sustancias que dañaban la capa de ozono y se emplean en sectores como la refrigeración, agentes extintores, disolventes y fabricación de espumas aislantes.